En el marco del Congreso Internacional de Situación de Calle, Karinna Soto, Directora Ejecutiva de Juntos en la Calle, presentó su esperado libro «El País de las Carpas», un conmovedor compilado de crónicas sobre las vidas de personas que viven en la calle, en «rucos» o en las rendijas más invisibles de la sociedad. A través de 19 relatos profundamente humanos, Soto nos invita a adentrarnos en las historias de quienes sobreviven en situaciones extremas, mostrándonos que detrás de cada carpa hay sueños, desafíos y una lucha incansable por la dignidad.
El libro no solo da voz a las personas que viven en la calle, sino que también nos llama a reflexionar sobre cómo construir una sociedad más empática. Al presentar sus relatos, Soto nos recuerda que los seres humanos en situación de calle no son invisibles, sino que tienen historias llenas de valentía, esperanza y resistencia. «Son más valientes que un soldado», afirma la autora, destacando la fortaleza que se requiere para sobrevivir en circunstancias tan adversas.
El prólogo de El País de las Carpas ha sido escrito por Pedro José Cabrera, sociólogo español y experto en pobreza, quien tiene una estrecha relación con Chile y los chilenos, especialmente aquellos que viven en situación de calle. Cabrera, amigo cercano de Benito Baranda, subraya la relevancia del libro como una ventana que nos permite ver la dura realidad de las personas que viven en la calle. En sus palabras: «Nadie que se sienta chileno o ame a Chile, podrá sentirse indiferente ante el paisaje humano que se nos muestra a través de esta ventana privilegiada que ha entreabierto para todos nosotros Karinna Soto.»
Cabrera también destaca una singularidad del libro: Karinna Soto, quien no ha vivido en la calle, pero sí ha experimentado el abandono y la exclusión desde su infancia. Para Cabrera, esta perspectiva hace que el trabajo de Soto sea aún más poderoso, ya que ella ha integrado su biografía personal a las historias de los demás, creando un relato que resplandece con luz propia. «Una luz deslumbrante, una luz que nos ilumina la mente y el corazón», asegura Cabrera.
Entre los relatos que más impactan en el libro se encuentran los de personas como Katherine Lavín y Jaime Astudillo. Katherine, quien vivió en la calle durante años debido al consumo de drogas, la prostitución y la violencia, ha logrado reconstruir su vida con esfuerzo y determinación. A través de su relato, Soto muestra la importancia de dar segundas oportunidades y la capacidad de transformación de las personas.
Por otro lado, Jaime Astudillo, un hombre que considera que la calle fue su «universidad», ofrece una visión única sobre la vida en la calle. Con 60 años, Astudillo, que fue beneficiado por el programa Vivienda Primero, cuenta cómo logró salir de la calle y ahora vive con su hijo Bastián, quien también ha tenido que enfrentar las duras realidades de la vida en la calle. Astudillo, un hombre de conocimientos profundos sobre política y contrainteligencia, muestra cómo la exclusión social afecta no solo a los individuos, sino también a las instituciones del país. En sus palabras, critica la falta de profesionalismo en las fuerzas de seguridad y denuncia la violencia a la que se enfrentan quienes viven en la calle.
Uno de los mensajes más poderosos del libro es la importancia de tratar a todas las personas con decencia y dignidad, independientemente de su situación. Soto, junto con Cabrera, nos invita a mirar más allá de los prejuicios y reconocer la humanidad de quienes viven en la calle. «Todas las personas presentes en este libro iluminan y hacen aparecer ante nosotros el camino que debemos seguir recorriendo, la senda que discurre entre el país de las carpas y el país de la decencia y la dignidad de todos», concluye Cabrera en su prólogo.
El País de las Carpas es una obra que no solo ilumina las sombras de la calle, sino que también nos inspira a transformar la sociedad. A través de sus relatos, Karinna Soto nos invita a reflexionar sobre cómo podemos ser más empáticos y construir un mundo más justo para todos.
El libro ya está disponible, para quienes deseen adentrarse en estas historias que desafían las convenciones y nos recuerdan que detrás de cada carpa hay una vida que merece ser escuchada.